El auge de los exvotos pintados

(toda la información en: http://www.jornada.unam.mx/2011/12/31/sem-haro.html)

Actualmente coinciden en París tres exhibiciones relacionadas con el tema. En el Museo del Louvre tiene lugar una singular muestra titulada Los museos son mundos, la cual rinde homenaje al Nobel de Literatura 2008 Jean-Marie Le Clézio, quien fue invitado como curador para elaborar un guión museográfico en torno al multiculturalismo. El escritor eligió una interesante y ecléctica selección de obras provenientes de Vanuatu, Haití, Nigeria y México, cuatro zonas “periféricas” que conforman una parte medular de su universo literario. Entre las obras provenientes de nuestro país, destaca la presencia de trece exvotos contemporáneos de la autoría del retablero defeño Alfredo Vilchis, los cuales dialogan con un autorretrato de Frida Kahlo, como un guiño para recordar que muchos artistas de esa generación se inspiraron en la tradición del exvoto popular, y con retablos medievales de la colección del museo, estableciendo una correspondencia estética entre las diferentes culturas. Las piezas de Vilchis que integran esta muestra fueron seleccionadas a partir de la exposición individual que tuvo lugar en la Casa Lamm en enero de 2011, curada por la investigadora Elin Luque Agraz, especialista en el tema, quien ha realizado una incansable labor de rescate y conservación de estas pinturas en santuarios como el de la Basílica de Guadalupe y el de la Vírgen de la Soledad en Oaxaca, entre muchos otros.

El trabajo de Alfredo Vilchis (México, DF,1956) consiste en hacer una crónica pintada de episodios históricos, como es el caso de los que se presentan en el Louvre, inspirados en la Revolución mexicana, y de acontecimientos del devenir cotidiano de nuestro tiempo, como son la violencia de género, el alcoholismo, los secuestros, la delincuencia organizada, la injusticia social y la impunidad, el narcotráfico, los emigrantes clandestinos, la prostitución, el sida, las cuitas de los homosexuales, etcétera. Autodidacta, Vilchis comenzó hace unos veinte años a pintar exvotos y a venderlos en un puesto de la Lagunilla, donde lo conoció el célebre artista francés Hervé di Rosa, quien lo introdujo en Francia a través de un libro publicado por la editorial Seuil en 2003: La calle de los milagros. Paralelamente a la exposición en el Louvre, la galería Frédéric Moisan presenta una muestra individual de Vilchis –Exvotos contemporáneos mexicanos– integrada por más de un centenar de piezas recientes que han tenido una respuesta asombrosa entre el público de ese país. Como el de todos los retableros de barrio –que ya no abundan–, el trabajo de Vilchis no tiene la menor intención de ser una “obra de arte” en los términos impuestos por los cánones del arte contemporáneo; sin embargo, posee cualidades intrínsecas que a menudo ya no encontramos en la pintura “calificada”

El Instituto Cultural de México en París también rinde homenaje a las pinturas de exvotos con la muestra titulada Relatos pintados. La otra historia, curada también por Elin Luque, quien, a través de una selección de noventa piezas, ofrece una visión muy particular de las condiciones en las que el pueblo ha padecido el devenir histórico en períodos emblemáticos, como son la Independencia y la Revolución, ilustrada por piezas en las que, a decir de la investigadora, “se observa al pueblo aplastado al igual por los grupos federales que por los villistas o zapatistas”. La selección de piezas que integran esta muestra es exquisita, contando con pinturas inéditas provenientes de colecciones particulares y del Museo Amparo de Puebla. La exposición –museografiada por Iván Evaristo Valdés– ha resultado una joya entre las muestras recientes en la capital francesa.